Moi et las cosas que me bailan en la cabeza... ¿¿¿Qué esperabais de un blog que se llama como se llama???

miércoles, 28 de mayo de 2008

Un día aciago lo tiene cualquiera


(Bonita y elaborada metáfora, donde yo sería Oddie y Garfield sería la vida, dándome una patada en mi amplio y generoso trasero)

Hay días en los que nada más levantarte sientes una energía asquerosamente positiva, que te lleva a decir "hoy es el día, hoy me como el Sistema". Que se lleve a cabo o no, eso es otro tema. Otros días, ni fu ni fa. Te levantas, vas a trabajar, sales de trabajar, vas a comer, vas a trabajar, sales de trabajar, llegas a casa, vegetas, vas a la cama y poco después, de fondo oyes aquello de "Venga, arriba holgazanes, hoy es el día de la marmota..." sigh... Y en cambio, hay otros días que directamente sabes que van a ir mal. Pero mal, mal. No hace falta que gires tus gafas a lo Rappel para saberlo, ni que adoptes el estilo de pelo "aceite Manolete" que gasta el Mago Félix... lo sabes después de años descifrando crípticas señales agoreras, como que apagues el despertador la primera vez que suena, o te quedes encerrado en el ascensor cuando ya de por sí salías 15 minutos tarde, o se declare un incendio devastador en tu barrio que asole cuatro calles y el parque de bomberos ... pequeños detalles, que en la Grecia Clásica equivaldrían a leer las entrañas del pajarraco de turno... Bueno, hoy ha sido uno de estos.

07:00 suena el despertador. 07:45 no ha sonado más el despertador, pq de lo contrario no estaría todavía en la cama y con los ojos cerrados. Bien. Corre. Bate plusmarcas, pequeña padawan, porque tú y yo sabemos que a las 08:00 has de estar saliendo de casa... ummm, vale, que sean las 08:15 El ascensor no se muestra cooperativo, sstupendo. Bueno, pequeña padawan, no lo has hecho tan mal. He llegado a una hora mínimamente decente, y con un donut y un café para llevar en la mano, lo que denota que mis reflejos ante la adversidad están desarrollándose poderosamente. Nota mental: informar al Profesor Xavier de esto; quién sabe, igual tienen un puesto para mí; si lo consiguió Cíclope...

Se desarrolla la mañana dentro de un sopor abrumante... hasta que llega el dónde he puesto esto, a quién tenía que llamar yo, no recordaba yo este expediente, y... premio, señores, hemos sacado premio! No hay muñeca lo suficientemente chochona en el mundo para compararse a mi premio... en aras al secreto profesional, no detallaré aquí los hechos. Sólo os diré que me ha tocado el clásico cliente de película rocambolesca que encima se cree a pies juntillas sus historias, un cliente de esos que cuando lo acompañas a la sala de espera le dices: "si quiere, deje aquí el parche, la pata de palo y el loro, señor pirata, que igual estará más cómodo". Porque a mi modesto modo de ver, es un pirata acabado. Salvo mejor parecer. Y este pirata me lo voy a tener que comer con patatas yo solita, yupi hey hey yupi yupi hey, si no quiero enfrentarme a una queja ante nuestra querida decana. Y por si fuera poco, Notre Dame de Internet, que todo lo sabe, arroja unos claroscuros sobre el pirata que me hacen recelar más... eso me pasa por googlelear su nombre... Y ¿de dónde han salido estos tres expedientes nuevos que hay en mi mesa??? Al parecer se reproducen por esporas. Fíjate tú.

Llega la tarde. Voy a ver si presentaron aquel escrito que corría tanta prisa y que hice con toda mi buena voluntad y mi profesionalidad a prueba de balas... estupendo, la profesionalidad a prueba de balas tiene un descosido por alguna parte, porque una bala me ha dado en todo el culo: me equivoqué al poner el número de procedimiento. Ya decía yo que demasiado bien me había salido... bueno, nada que un escrito de rectificación no pueda resolver. Nota mental 2: he de hacer un escrito de rectificación que a su vez no necesite en el futuro de un escrito de rectificación...

Las 19h. Me voy. Abajo periscopios. Estoy hecha polvo, así que tiro de móvil como suelo hacer (hasta ahora no se considera adicción, así que yo tiro adelante) y busco consuelo en mi amigo y compañero de profesión de cabecera, a ver si me anima. No hay nada como llorar a alguien a quien se encuentra con esos mismos problemas. Un día de estos le pagaré una cena. Reviso los mensajes... y este mensaje? No jodas, una amiga me envió un mensaje el sábado diciendo que me echaba de menos y que le apetecía mucho verme, y hoy martes me acuerdo que no le he contestado. Eso es, haciendo amigos. Y llego a Pza. Catalunya. Qué suerte teneis, guiris en calzón corto y sandalias, de ser unos descerebrados una vez pisais aeropuerto ajeno... Se os ve tan felices... Que no, coño, que no hay bolita, que os está timando el rumano del diente de oro y sus colegas, joder, que todos los días os toman el pelo igual!... Y llego a Portal del Ángel, y veo mi redención: el autobús del Banco de Sangre, que pide donantes. Necesito congraciarme con el destino. Si Earl puede, yo más. Necesito sentirme bien. Subo. Relleno el cuestionario. Debo tener una vida de lo más insulsa, todas mis respuestas son negativas. Espero. Voy a despertar el bien a mi alrededor y las ondas positivas me abrazarán. Espero. El siguiente? Yo. Entrego el cuestionario... "uy, no, no, no, no puedes donar sangre. Estás tomando antibiótico". Mira que seré mediocre...

2 comentarios:

SallanWorld dijo...

Primero de todo, bienvenida al proceloso mundo de los blogs!

Lo peor de estos días es el sueño que tienes. Y reza para que tengas muchos clientes pirata patapalo (y que paguen, claro): son los únicos que puedes fidelizar.

marichucky dijo...

bueno bueno bueno, creo que "el psé está bien pero no tengo tiempo para pasarme" se cumple, pero por ahora me he leído todo, todo y todo. Y me encanta, a mi y al maromo que con la alusión a los X-men (¿mandeeee?) lo has conquistado.
Ejem los hay peores, aquí estoy yo, sábado tarde leyendo blogs por no ponerme a currelar... ay, lo haré... cuando suene el despertador otra vez :P